miércoles, 12 de enero de 2011

Grises


La luz del sol me rompe. Me inunda los ojos con un dolor indescriptible. Quizá, sea yo, otro lector de sueños arrojado en un mundo que desconozco, pero que es, absolutamente mío.
La luz del sol me enrojece los ojos hasta la sangre.
Detrás de los días grises, sin embargo, se esconde una escalofriante fascinación, que comparto con otros seres solitarios como islas. Islas invisibles, que en ocasiones deambulan, cuando todos duermen o se protegen del frío y de la lluvia.  
El drama de las islas es que jamás dejan de ser islas. No sueñan con levantar banderas comunes o defender una causa. Cada isla lleva su color, bien marcado y diferente.
Los días grises y de llovizna, son para las islas solitarias, la apoteosis.
La luz del sol me rompe. La luz del sol me enerva. La luz del sol me pone triste. Y eso le pasa a todas las islas del mundo. Las islas son como los lectores de sueños, o como los seres solitarios.
Cuando el sol brilla con una fuerza del infierno, continentes de hombres y mujeres salen a las calles y a las plazas y a las playas, como si se tratase de una revolución. Los colores entran en fusión, los olores se confunden y apestan y las voces conforman una bola de ruido insoportable.
Entonces me repliego, hasta que las nubes espantan a las masas jocosas, y a la violenta luz del sol, que me rompe. Me hago ovillo hasta que los días grises vuelven.

Imagen: Erica Hopper

8 comentarios:

  1. Para calmar el dolor de los ojos es bueno mirar el sol a través de un negativo (de los films que se usaban antes de la era digital). En cuanto a las islas, se pueden construir puentes, que es una forma de defender una causa a pesar de las diferencias. Entonces podrías cruzar de una a la otra y no toparte con el sol ni quemarte las pupilas.

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  2. Ahora termino de entender mi odio por el sol,por el calor..por las masas...si tú también lo sabes.

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  3. sos tan dark Edmundo, y eso es interesante y hasta un poco misterioso...
    (que lindo tema)

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  4. Uso casi siempre gafas de sol, incluso a veces en interiores. Fotosensible dicen que soy. Se dice del hombre gris y solitario [como las islas] que es mediocre; y si eso es verdad, yo soy uno de esos hombre mediocres, muy mediocre, infinitamente mediocre. No me importa.

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  5. Excelso. Me gusta ser isla y me jode el sol (me jode, cuando no me deja mirar bien). Me gustan los días grises. Qué paz cuando de repente encuentras otra isla, y por tanto, te entiende.

    (También es verdad que desde que tengo 40 años, tras el frío me he oído decir, ui, que bien el solecillo... y entonces miro a los lados porque no puede ser que sea yo quien dice eso... Me disculpo diciendo que los 40 son los 40, y a esa edad las islas necesitan un poco de calor)

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  6. Hola Edmundo, llegué hasta aquí por curiosidad (el dibujito de Tim Burton, que es mi idolo absoluto, en tu imagen de perfil) y descubrí un lugar maravilloso en donde me siento identificada!

    Yo detesto el sol, de hecho, vivo de noche.
    Te sigo y te enlazo así, te tengo a mano apenas actualizas.

    Yo estoy en

    Mujer con ojos de ayer !
    www.mujerconojosdeayer.blogspot.com

    Estás invitado a pasar cuando gustes!

    Un beso o 2 !

    Con tu permiso, estaré seguido por aquí !
    "Ostras" como siempre dice Tim !

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  7. No sé si es porque conozco ese "rollo isla", pero, joder, qué bien saben acoplarse mis tres sensaciones a tus cuatro letras.

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  8. Islas afortunadas

    ¿Qué voz viene sobre el sonido de las olas
    que no es la voz del mar?

    ¿Será la voz de alguien que nos habla,
    pero que, si escuchamos, calla,
    precisamente por habernos puesto a escuchar?

    Y sólo si, medio adormecidos,
    oímos sin saber que oímos,
    ella nos habla de la esperanza
    hacia la que, como un niño
    que duerme, durmiendo sonreímos.

    Son islas afortunadas,
    son tierras que no tienen lugar,
    donde el Rey vive esperando.
    Pero si andamos despertando,
    calla la voz, y sólo es el mar.


    Fernando Pessoa

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