viernes, 25 de noviembre de 2011

Techos


En esta noche larga alguien no duerme. Alguien que vela por mí o que vela a su muerto. Un hombre atravesado por la daga de la enfermedad, una mujer que espera a su amado, rota por la certeza del engaño. Hermanos pequeños con el vientre vacío y delirante. Borrachos que deambulan o putas que pelean sus mendrugos.
Y casi como si fuese una norma de equilibrio universal, por todos los que dormimos otros tantos no duermen, y por todos los que reposan su cuerpo otros tantos se retuercen sobre sí, y por los que sueñan sin riesgo, ejércitos de insomnes se lavan inútilmente las heridas que vuelven a sangrar.
Ciertas líneas de pensamiento nos han enseñado a buscar desesperadamente el techo, el techo propio bajo el cual dormir. Algunas constituciones nacionales garantizan un techo que sin embargo no ocurre sino apenas en páginas inútiles. Tenemos techo y nos olvidamos del mundo, dormimos. Kafka nos habla de "lecho seguro", mientras la vida sigue ocurriendo afuera, insomnes de dolor o hambre. Pero es probable que los doloridos de hoy sean, los que mañana omitan a otros doloridos.
Nada es un mundo ni un continente. Todo es isla, una plaga de techitos, y en los contornos, llanto y heridas. Y cada uno, se lame como puede.

Imagen: Anna Morosini

4 comentarios:

  1. Los techos cotidianos son importantes, como los marcos que ponen límites. Supongo que los necesitamos. Pero necesitamos también volar, y cuando el techo encierra es deber romperlo y sobrepasarlo.

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  2. ay, tendré que dejarte un espacio libre...

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  3. Ahora pienso en quién será aquel(o aquella) que ha recibido mi insomnio, como un obsequio no pedido. Este texto me impulasaría a indagar y buscarle, quizás si velo su sueño, él o ella puedan por fin dormir....Una vez escribí un relato de una chica atrapasueños para que alguien al que amaba pudiera hacerlo....
    ¿De qué nos protegen los techos???Supongo que no del cielo, sino más bien de los hombres. A veces dormir junto a alguien me parece uno de los mayores actos de confianza....Como siempre, bello texto, Edmundo

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  4. Se me ocurren tantas cosas que prefiero no escribirlas, quedarme con tu texto como punto de partida. En todo caso, intento tener siempre presente que todo techo está sostenido por paredes entre las que se puede dar cobijo a otros; donde entran dos caben tres.

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