Está, aquello que se planifica demasiado y que de tan manoseado, se corrompe. Lo que se prepara con excesiva meticulosidad y que por mirada de personas interpósitas, acaba pudriéndose en la cloaca de las malas intenciones y deseos.
Está lo que se sueña eternas noches de insomnio y que, cuando llega, ya está frustrado y perdió pureza y fuerza. En vano la voluntad de enderezar lo que se dobla al fuego de la envidia o el despecho. El odio trabaja sin sutileza ni escrúpulos.
Está lo que atrae los incontables ojos envenenados. Lo bello siempre provoca, pero un acto de amor termina contagiándose la pus y la inquina.
Están las inquisidoras manos detrás del goce, de ahí que la mentira y el ocultamiento se transformen en escudo precioso.
No sé, quizás algunos corazones todavía sean capaces de preservar lo bello...No sé...Abrazo
ResponderEliminarMe gustan las dobles personalidades de blog, porque a menudo escribimos cosas a la sombra que se merecen leer.
ResponderEliminarBesos Edmundo (edmundo? ay!)
M.
Qué difícil me lo pusiste hoy, querido.
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