martes, 11 de octubre de 2011

Huérfanos


Jade es la espina que atraviesa mi pecho. La herida es la orfandad en la que vivo, ahora y para siempre. En la grisura fría e insensible de la ciudad todos me miran con lástima. Pero esa lástima o el dolor que podrían llegar a sentir, es simplemente el horror a estar en mi cuerpo. A que el desamparo, como una sombra eterna los cubra y que la amargura sea el lento reloj de sus días.
Yo no puedo sentir lástima por mí mismo, pero la siento por todos los que me miran como si, el azaroso roce del dolor jamás pudiese alcanzarlos. Es, en el fondo, la nube de miseria en la que viven encerrados. Un miserable jamás podrá salir de su “cajita de cristal”, pero la muerte si, puede colarse en ella, ahora o mañana.
El dolor me ciega, es verdad. Y no puedo esperar esa ráfaga de luz que entre a este cuarto tan oscuro y me lleve, como si de una alfombra voladora o una escoba de bruja se tratase. Estoy roto, porque la piel, la increíble y suave piel de Jade está rasgada y nadie sabe como se hace, para cicatrizar la herida que viene desde lo profundo, desde el origen.
Más que nunca pienso en aquél que dijo que somos “seres arrojados”, el que vislumbró que la orfandad es el estado natural, y que algunos podemos engañarnos ignominiosamente pensando que, amontonando porquerías en una biblioteca o en un garage, estamos protegidos.
De qué? Tarde o temprano, no habrá rayo de luz que ilumine tu camino. Sólo que a veces preferimos que las cosas sucedan un poco más tarde.

Imagen: Cecil Beaton

4 comentarios:

  1. Y cuando deseamos que sucedan un poco más pronto, no suceden, y además no somos capaces de provocar que ese rayo de luz no ilumine el camino antes de tiempo porque siempre hay "otras cosas a las que atender".

    Desde mi indefenso Psicastrum.

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  2. Siento debilidad por la bipolaridad, aunque me gustas más que miedo me provocas.

    ¿O era al revés?

    Nada importa.

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  3. Ayer, buscando quién sabe qué cosa, entré a Amasijo. Me dio mucha alegría ver que Edmundo sigue vivo. Eso es todo, Rivero. Espero no haber molestado y saludos.

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  4. Su mirada te escoge como chivo expiatorio, teniendo lastima de ti dejan de tenerla de ellos mismos. Se dicen "arrojemos luz sobre la miseria de los otros", y dejemos a oscuras los rincones propios.Porque la propia vida prefieren iluminarla con luz artificial, fosforescente. Sin embargo los ojos que me miran a través de este texto, enfrentan mis propias miserias con mirada lúcida(atinadora de desatinos), y arrojan sobre mí una bella luz natural.En realidad podemos pasar de amontonar libros y objetos para escondernos, de tratar de agazaparnos debajo de un simulacro de cultura, a escrutarnos a través de las palabras. Y todo en un mismo gesto. Jamás sentiría horror de estar en tu cuerpo, porque sé que está tan desvalido y a la intemperie como el mío, como el de los otros. Y en mi caso una de las cosas que me hace sentir desvalida, derrotada, es la idea de que jamás podré ser otra cosa que yo misma....Me encanta este texto. Podría estar horas comentándote. Me conduce directamente a la senda de la divagación. Me ha sorprendido. Realmente eres otro tú. Beso, amigo

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