viernes, 23 de julio de 2010

Distancias (II)


Cuando cayó la noche el río se hizo eterno.
La tierra que piso es una islita, y en la dirección que quiera moverme, me hundo en charcos playos. Después, los charcos se vuelven profundos. Así que no tengo más alternativa que regresar a mi islita, que no sé por qué cuestión, permanece imperturbable ante la voluptuosidad del agua.
Hay un olor de río, de pescado podrido, de barro. Un zumbido del viento que viene de todas partes. Tengo una voz inmemorial que me repite, que del otro lado del río, estás vos. Vos, o sea lo que quiero.
No recuerdo muy bien este lugar ni este tiempo. Aunque la islita es donde yo debo estar, confinado y silencioso. Resignado. Atravesar el río tiene sus riesgos. El río es profundo y está lleno de monstruos.
Dicen que salir de la isla es para pocos. Dicen que vos estás en otra isla. Dicen, los susurros del río, que millones de islas andan por ahí. Y hombrecitos muy quietos, hablan quedito con su sombras.
Adoro esta isla que me tocó en suerte, pero quisiera que fuese más grande. Para que sea más grande tengo que conseguir que la distancia, que me une a vos, desaparezca. Llegar hasta tu isla.
Pero cuando cayó la noche, el río se hizo eterno...

6 comentarios:

  1. la distancia es la que nosotros nos marquemos, sal a navegar y a conquistar islas donde ella se encuentre!!
    besos.

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  2. Demonio de Mixpod. Qué manía con poner música en los blogs; no sabe lo mal que queda un mash-up superpuesto de Pearl Jam con lo que yo tenía sonando, Le Fly Pan Am. Y luego busca a ver dónde está el cachivache para pararlo... Abajo de todo de la página, cómo no. Éste ha sido el apartado de quejas, muchas gracias por su atención.

    En el otro lado, otro-blog-de-tipo-que-escribe-la-mar-de-bien y que da pelín de rabia leer, aunque gusto. También. El tema de las islas me interesa. "La posibilidad de una isla" y un textito de Deleuze me vienen a la cabeza ahora. Islas y ríos. Y pescado podrido y barro, que son las señas de identidad de las Diosas Madre y tooodo eso. Pues muy bien. En serio se lo digo.

    Un beso, Edmundo.

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  3. Siempre hay grandes ríos separando a las islas que se buscan, y aunque estén ancladas al lecho de esos ríos, ellos, no las acercan...

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  4. Nadar, nadar. De isla en isla. Quizá sea nadar todo lo que hacemos y llamamos estar vivos. Precioso texto, como toda la casa, que leí y releí. Besos estilo mariposa.

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  5. Qué desolado, pero qué bonito. Porque mantiene la esperanza, y porque se notas que crees profundamente en el amor. Qué menos, qué menos...

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  6. Yo de niña pensaba que las islas flotaban como corchos en el mar(y es extraño, porque donde yo vivo hay una isla a la que, cuando baja la marea, deja de abrazar el mar), y ahora se me ocurre que si así fuese, fácilmente, sobre tu isla, podrías llegar acercarte a la isla donde ella está, y construir un puente...."Dicen que salir de la isla es para pocos. Dicen que vos estás en otra isla. Dicen, los susurros del río, que millones de islas andan por ahí. Y hombrecitos muy quietos, hablan quedito con su sombras." Esta parte me hizo enmudecer...

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