martes, 11 de diciembre de 2012

Muerte (VII)



Cuánto duerme la gente y cree estar viva mientras muere dormida. o duerme "morida". Así dicen los niños,  porque una persona dormida es también muerta, “morida”.
Cuánto malestar se ahorra en el sueño, tan descansado, nada se arriesga ni se pierde, apenas horas de abrumadora vigilia. Ya se dice en los libros que no mata la bala ni hiere el amor. Relajada es la vida del sueño. Además se dice en las mismas páginas que los muertos no quieren volver. Y con razón.
Si el sueño fuese un anticipo de la muerte, eso parece, un simulacro, porque los movimientos del dormido no están coordinados sino que parecen fruto de la energía soñadora, coherentemente, nadie querría volver. Porque ni siquiera en pesadillas uno sufre tanto, y en los amorosos trances todo es un poco utópico y perfecto. No hay la guerra cotidiana ni la injuria, el gratuito improperio. Es tan dulce el adulterio y la mentira. Fascina el sueño erótico, el orgasmo en volutas. Después, la voluntad y el interés lo degradan.
Es verdad que a veces un manjar se queda en el límite de los labios, una croqueta no llega a morderse, pero igualmente no se sufre el hambre. Y por eso tampoco el desamor, ni la muerte. Transcurre el sueño de una forma distendida. No hay condena divina. No hay chirriar de dientes. La muerte sin más.
Quién no quiere regresar al sueño donde se es un poco héroe. Y volviendo, quién querrá regresar a la vida, donde siempre todo está perdido y nada se tiene.

2 comentarios:

  1. Sin embargo en los sueños hay salidas, incongruencias que hacenla puerta fácilmente identificable. ¿Quién las pone ahí sino nosotros? Porque quizás no existe una aceptación tácita del sueño, sus incontinencias, y requiebros. Y quizás eso mismo es lo que nos atrae del sueño, porque en la vida las salidas no son tan fáciles, no son un despertar, o poner vertiginosamente los pies en polvorosa cuando a punto está de alcanzarnos aquel que nos persigue. Precisamente el sueño es una salida o tregua de la vida....Abrazo, Edmundo

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  2. Soñar sueño poco, y a veces lo lamento, pero por lo general prefiero estar "morido" para no sentir ni lo bueno ni lo malo.

    ¡Y paso tanto sueño...!

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